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Rutas por Alcalá: Gandul y el molino de San Pedro

Ruta de Antonio Gavira Albarrán / Fotos: Francisco y Antonio Gavira Albarrán

Esta ruta, de muy baja dificultad, tiene una longitud aproximada de 8 kilómetros y se puede recorrer sin agobios en tres horas. Se inicia la ruta en la aldea de Gandul y desde allí nos dirigimos, por la vereda de Angorrilla, hacia el arroyo del Salado. Una vez en él, bajamos hasta su desembocadura en el río Guadaíra y desde aquí corriente arriba hasta el molino de San Pedro. La vuelta la haremos siguiendo el mismo recorrido hasta la autovía Sevilla-Málaga y a partir de aquí por el cordel de Gandul, para terminar de nuevo junto al palacio de los marqueses de Gandul.

Se inicia este recorrido en la venta de “El Puli” [i], en la aldea de Gandul, junto al palacio de los marqueses, edificado en el siglo XVII; la torre de vigilancia, la iglesia, también del siglo XVII, dedicada a San Juan Evangelista, los tres molinos harineros:  el de Arriba, el de En Medio y el de Abajo, que eran movidos por las aguas del arroyo de La Madre o de Gandul.

Palacio de los marqueses de Gandul

Desde este lugar tan interesante nos dirigiremos hacia la trasera del palacio para incorporarnos a la vereda de Angorrilla (vía pecuaria que antiguamente llegaba hasta Paradas y cuya anchura original y legal es de 25 varas, que equivalen a 20,89 metros), que nos llevará hasta el arroyo del Salado. En este camino, de unos dos kilómetros de largo, observaremos a nuestra izquierda una de las zonas más interesantes de todos Los Alcores, pues mantiene una importante masa vegetal, donde destacan, entre otros, el lentisco, la cornicabra, el torvisco, la coscoja, la retama, el palmito… Pero, sobre todos ellos, el acebuche (olea europaea), el cual forma en este tramo del alcor un verdadero bosque.

Vereda de Angorrilla

Por todo el camino podemos ver restos de materiales cerámicos de distintas épocas, sobre todo romano; hay que tener en cuenta que la zona elevada que tenemos a la izquierda, por encima de los acebuches, denominada La Mesa, fue una ciudad romana establecida sobre asentamientos más antiguos.

Antes de llegar al Salado, podemos ver a la izquierda del camino un importante sistema de cárcavas, producto de la eliminación de la vegetación que bordeaba un pequeño arroyo. Esto ha provocado la pérdida de gran cantidad de espacio cultivable y tierra fértil. Así llegamos al arroyo del Salado, el afluente más importante del río Guadaíra, que recoge aguas de Mairena del Alcor, El Viso del Alcor, Paradas e incluso parte de Carmona y Marchena, y que desde este punto hasta su desembocadura en el río Guadaíra es término entre Mairena y Alcalá. Su aspecto es lamentable, sus aguas altamente contaminadas, sus márgenes con una vegetación que ha quedado reducida prácticamente a carrizo, cañas, juncos y algunos ejemplares sueltos de álamos blancos [ii].

La ruta continúa arroyo abajo, hacia el Guadaíra, bordeando los campos de cultivo hasta llegar a la altura del antiguo puente de Gandul, construido en el siglo XVII (con anterioridad era de tablas) y que actualmente solo conserva un arco.

Antiguo puente de Gandul

Desde aquí nos dirigiremos al Guadaíra, pero cambiaremos de margen cruzando por debajo de la autovía Sevilla-Málaga. Una vez llegado a la desembocadura del Salado, el camino continúa río Guadaíra hacia arriba, ya en término de Mairena del Alcor, unos quinientos metros. Este tramo de río conserva una importante vegetación formada fundamentalmente por taraje, aunque también podemos ver algunos fresnos, olmos y sauces. De esta manera llegamos a los restos del molino de San Pedro, uno de los muchos molinos que molieron en este río y del cual aún se conservan la impresionante azuda y la nave de las piedras, aunque está muy aterrada. La azuda, al formar presa, mantiene una importante lámina de agua, refugio de numerosas especies de animales: ánades reales, distintas garzas, polluelas, etcétera.

Restos del molino de San Pedro

Desde este punto nos dirigiremos de vuelta hacia Gandul, pero antes podemos subir al olivar de Juan Guarín Viejo, donde podemos ver gran cantidad de restos de cerámica: ladrillos, tejas, asas de vasijas, etcétera, pues allí hubo una villa romana.

Al llegar de nuevo al puente de Gandul tomaremos esta vez el cordel de Gandul, que está convertido en carretera de servicio. Desde aquí al inicio de esta ruta hay unos dos kilómetros.

Carretera de servicio

[i] Una construcción anárquica al pie de la antigua carretera, próxima al arroyo de La Madre o de Gandul, que no tiene función de venta.

[ii] A pesar de la construcción y puesta en funcionamiento de la depuradora conjunta Mairena del Alcor-El Viso del Alcor, los vertidos al arroyo del Salado continúan impidiendo su completa recuperación.

Mapa de la ruta, por Antonio Gavira Albarrán

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