Hoy es imposible realizar una ruta de senderismo por el antiguo campamento de Las Canteras. Ni tan siquiera podemos visitar los dólmenes, a pesar de que se encuentran dentro de la Zona Arqueológica de Gandul y protegidos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alcalá de Guadaíra.
Pero hagamos un poco de historia. En 1931, el conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico bajo la denominación de “Necrópolis Dolménica de Los Alcores, en Gandul”. En 1946 fue adquirido por el Estado, Ministerio del Ejército, pagándose algo más de ochocientas mil pesetas por 339 hectáreas. Más tarde, en base a la Disposición Adicional Primera de la Ley 16/1985, de 25 de junio de Patrimonio Histórico Español, la zona pasa a ser Bien de Interés Cultural.
Previa solicitud del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, por Resolución de 15 de octubre de 1991, publicada en el BOJA nº 98 del 8 de diciembre de 1991, la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía incoa expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural, incorporándose al Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como “Conjunto Arqueológico de El Gandul; Las Canteras; Necrópolis dolménica de los Alcores”. Esta declaración tiene la facultad de suspender toda licencia municipal de parcelación, edificación y demolición en la zona. Cualquier cosa que deba hacerse requiere la autorización expresa de dicha Dirección General. Asimismo, se obliga a redactar un Plan Especial de Protección del área y a proteger la zona con un vallado cinegético. Nada de lo anterior se ha cumplido o ha tenido efectos disuasorios para las administraciones con competencias.
La construcción de instalaciones, pistas, movimientos de tierras y las maniobras militares supusieron las primeras agresiones a una zona rica en yacimientos arqueológicos. Y sin embargo, con el tiempo, se irían sumando otras: la construcción de la llamada “fábrica de tanques”, perteneciente primero a la extinta Santa Bárbara S.A., y hoy a la multinacional de Estados Unidos, General Dynamics; la “cárcel de mujeres” o las instalaciones de Proyecto Hombre.
Llegados a este punto, hemos de constatar que el patrimonio arqueológico que encierra toda el área no se ha estudiado suficientemente. No hablamos exclusivamente de su importancia histórica o científica, basada en las actuaciones realizadas allí. Desde el punto de vista antropológico, económico, social, estético e informativo, asistimos a una casi ausencia de estudios y una nula utilidad de dicho patrimonio.
En el ámbito del Campamento de Las Canteras hay localizadas cinco villas romanas y enterramientos de la misma época; enterramientos “tartésicos-orientalizantes”, como son los túmulos de Bencarrón; enterramientos de época calcolítica, como son la Cueva del Vaquero o los llamados tholos de Las Canteras.
Desde el punto de vista natural, la presencia de eucaliptos, naranjos, higueras, moreras, chumberas, palmitos, lentiscos, etcétera, y una importante flora, entre la que destacan cuatro orquídeas del género Ophrys y dos del género Orchis, una de las cuales es la variedad Orchis Collina flavescens, de muy escasa presencia a nivel regional. Esta vegetación ha favorecido la presencia de aves de difícil localización en otros lugares de nuestro término municipal, como, por ejemplo, las dos especies de pájaro carpintero, el pico picapinos y el pito real.
Desde el punto de vista geológico, podemos destacar un sobresaliente sistema kárstico, que cuenta con la más importante de las dolinas de los Alcores y un pequeño, pero interesante “torcal”. El conjunto del campamento representa un potente espacio de disfrute público que, junto a la Vía Verde, La Mesa, El Toruño y Gandul son piezas claves del futuro Parque Cultural de Los Alcores.
En estos momentos, el meollo de la cuestión, lo que impide realizar una ruta para disfrutar, tal vez, de nuestro patrimonio más valioso, son los intereses de la industria armamentística, unido a la inacción de nuestro Ayuntamiento para defender el patrimonio y el medio ambiente.
Francisco Gavira Albarrán
hola, si no se pueden visitar para que lo quieren tener asi? para cobrar luego la visita?
Hace unos años los edificios para los soldados de las canteras los dejaron olvidados y lo fueron desvalijando sin ningún tipo de cuido, lo mismo digo de los dolmenes y toda la zona de el Gandul que desde que se fueron los militares no han tenido cuido de ningún tipo y ahora lo vallan para incluso el senderismo y saben lo que pasa ahora con esta zona, la escuela de mi nieto tiene programada una visita a los dolmenes con el coste de 16 € por alumno, alguien debería sentir vergüenza que los pequeños alcalareños tengan que pagar para conocer el patrimonio de su ciudad